sábado, 19 de junio de 2010

Se acerca el verano...

Summer is coming. Aunque cualquiera lo diría. Unos días hace calor como si ya lo fuera, y otros hace fresquete e incluso llueve. Luego, aparte, está la Feria del Libro, con su ecosistema propio creado a raíz de las partículas de papel que componen los libros mezcladas con el misticismo del Paseo de las Carretas de El Retiro :P Allí puede llover, hacer viento y hacer sol... a la vez, como se pudo comprobar.
Y es que hemos salido esta semana del desbarajuste que es la Feria. Aún tienen que recoger las últimas cajas sobrantes de la tienda, pero ya está todo. Este año, la feria ha sido raruna, porque la primera semana había algo de miedo. ¿Cómo reaccionaría la gente? ¿Pues cómo iba a reaccionar? ¡Bien! Estuve bastante contento al respecto, pero este año, la fiesta móvil que hay en medio de la Feria cayó en jueves, originando un pequeño revuelo. El día de fiesta estuvo todo hasta arriba, pero los días siguientes, los más fuertes tradicionalmente, fueron bastante normalitos. Había mucha gente fuera de puente, reservando sus fuerzas librísticas para la última semana. Y he aquí que la última semana llovió e hizo frío, así que vino aún menos gente. Sin embargo, el último fin de semana (bueno, sólo viernes por la tarde y domingo por la tarde, y algo de lunes por la mañana), mi compi Moli y yo concentramos toda nuestra energía espiritual para que no lloviera, con inusitado éxito. No llovió, lo cual estuvo bien porque eran los días en que teníamos firmas. Así pues, la Feria, en lo relativo a nuestra caseta, acabó de manera satisfactoria.
Buf, ¡y con anécdotas! Una de las cosas que más me gustan de ir a la Feria del Libro es que todo cambia. Te das unas palizas enormes de logística, pero luego casi todo es atención al público, quizás lo que más me gusta. También sales de la tienda un par de semanitas, y tienes la posibilidad de experimentar vivencias de varios tipo. Para empezar, estás en el Retiro, y al medio día puedes relajarte tumbándote en el césped (si no llueve). Puedes darte un "paseo futbolístico" (si no llueve) que es como bautizamos a darnos una vuelta por el parque, pero con un balón. Puedes dedicarte a ver a la gente (lo cual puede ser bastante agradable, siempre que no llueva).
Este año, la anécdota más relevante ha sido la soltura con que los nenes manejan un vocabulario a priori destinado a adultos. La cantidad de palabrotas por minuto que pueden soltar los chavales de ocho años es abrumadora (palabras que a nosotros a su edad nos habrían hecho sangrar los oídos, por la vergüenza que nos daría, y por la torta a mano abierta que nos llevaríamos). De todos ellos, la palma se la lleva el niño que llamó a su padre "gilipollas" como 5 veces porque "ya le había dicho que tenía entrenamiento". Niño: 8 años. Padre: edad por determinar. Sin embargo, visto que el padre no hizo nada, dedujimos que en el fondo el niño debía tener razón (¡aunque no son formas, pequeño!). En cuanto a frases, el premio se lo llevó la señora mayor con sus sabias y escalofriantes palabras: "Me gusta venir a la Feria, de esta manera puedo tocar a todo el mundo" (el año pasado fue la de otra señora: "¿Que este libro vale 9 euros? No me extraña que en España no se lea...").

También quería hacer mención a la Señora que paseaba a su perrito en un cochecito de bebé con una minitienda de campaña encima (para que no le diese el sol), a las chicas que repartían publicidad, al general del ejército que iba en bicicleta lanzando proclamas por un megáfono, al tipo que pidió a través de megafonía a su novia que se casara con él (y que triunfó), a los dos encargados de megafonía que llevan años en la feria del Libro, pero que este año se trababan cada dos por tres, a las chicas que llevaban la "ropa adecuada" para pasear y tomar el sol, para los niños que este año no han intentado expoliar nuestra caseta, para las niñas que lucharon por los marcapáginas de Medianoche (jojojo... qué bien me lo pasé, pero es otra historia...), a los guardias de seguridad novatos que me preguntaban cosas sobre el funcionamiento de la Feria,...
Y por supuesto, mención especial a Javier Negrete y a Andrzej Sapkowski, que nos regalaron con su presencia, ¡y a todos los que nos visitasteis! Y a los que os fotografiasteis con Cthulhu, que me gustó mucho que tanta gente accediera :D bueno, y hay más agradecimientos, pero no doy para más. Quiero dormir... =^)

Un abrazo a todos, amigous!!

Marioloth

P.D.: Si queréis ver las fotitos, las tenemos en sendos álbumes en nuestro Facebook "Atlantica Juegos"

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